Con la imagen del báculo, simboliza a la Iglesia, está organizada en dos dimensiones de espacio; el espacio superior simboliza la Iglesia celeste, y el inferior, la terrena. Este espacio, a su vez, se sub-organiza en tres, dejando al centro un camino, flanqueado por un espacio color verde que simboliza la esperanza, y, por otro, color amarillo, símbolo del desierto. A través de este camino el pastor debe conducir al rebaño a las moradas eternas, entre la esperanza y la purificación del desierto, y purificado por las llagas de Cristo, representado en el rojo que está sobre el báculo. En estas tres secciones, se simboliza las tres dimensiones del servicio del Obispo: Santificar, enseñar y regir.