Muy queridas mamás de la Diócesis de Huánuco.

 

Ustedes, mejor que nosotros, saben que las palabras son insuficientes para expresar lo que siente un hijo por su madre, y mucho más insuficientes para expresar el amor que una madre siente por su hijo.

 

Su amor, queridas mamás, sin ninguna duda, es el más puro, el más hondo y el más sincero que puede existir sobre esta tierra, porque es el más perfecto reflejo de su fuente que está en Dios. El mismo Dios, en su único Hijo, eligió el amor materno para asumir nuestra humanidad e ingresar a nuestra historia; y al concluir su obra salvadora en la cruz, Jesús, nos dejó a María, su Madre, como Madre de todos, y solo entonces pudo sentir que “todo está cumplido” (cf. EG. 285).

 

Queridas mamás, su amor está inserto en el amor salvador de Dios, un amor que María sigue prolongándolo bellamente en toda la Iglesia; y, como ella, ustedes, en cada uno de sus hijos. Ese amor, es su luz interior que las ilumina a ustedes y a nosotros, sus hijos.

 

Queridas mamás, queremos expresarles en este día, con humildad y llenos de inmenso cariño, nuestro amor sincero de hijos; sin cansarnos de repetir, que no existe en la tierra otro ser más bello y hermoso que tú, mi querida mamá.

 

¡FELIZ DÍA DE LA MADRE!

 

Mons. Neri Menor Vargas, OFM

Obispo de la Diócesis de Huánuco

 

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